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sábado, 12 de junio de 2010
En busca de una bala fría
Blanca González
bgonzalez@cadena-capriles.com
¡Háblame! ¡Lúcete! gritan los clientes de "Los Inmortales" a " Waperó", el más famoso perro calentero del país. Sí, porque Hernán -como es su verdadero nombre- acompañó nada menos que al pitcher de los Mets de Nueva York, el venezolano Johan Santana en una famosa cuña de malta, en la que se le vio disparando salsa a un perro caliente a un metro de distancia.
Él se jacta de que lo ha visitado cuanto programa de televisión existe: "Aquí estuvo hasta Ají Picante (Rctv)", nos lanza mientras recita su oración diaria: "Somos los mejores: tocineta/jamón/aguacate/repollo/papita/de todo/calidad/y si no le gusta/no paga nada/y si te comes la diabla/ ¡te regalo la servilleta!"
Y es que quien no ha visitado los carritos de Plaza Venezuela no está en nada, porque allí lo que hay es ambiente en "Los Inmortales", "Los Cartelúos", "Los Inquietos", "Los Panas", "El Llanero", "Los Verdaderos Inmortales" y "Los Originales" todos con su respectivo valet parking, que acomoda el vehículo del cliente y si quiere, le lleva la comida hasta el auto. Eso sí, sólo hasta las 12 de la noche.
¡A comerrrrr!
Perros calientes, pepitos, hamburguesas, enrollados y parrillas son las ofertas culinarias "express" que colman de clientes las llamadas "calles del hambre" en Caracas. Hay decenas de sitios donde comerse un "asquerosito" -como muchos los llaman- es la nota nocturna. Entre los más famosos están los de Las Mercedes, San Bernardino, Los Ruices, El Cafetal y La California.
Todos son similares, excepto en La Trinidad, donde los carritos fueron sustituidos por pequeños locales a lo largo de un bulevar rústico, construido por la Alcaldía de Baruta.
Y es que este negocio también tiene su arte, sus sitios claves, así como sus chefs autóctonos, convertidos en verdaderas celebridades, pese a que todos saben que corren un riesgo al consumir un alimento sin la debida protección sanitaria.
La rompe-dieta, el monstruo, la diabla, la inmortal, la triple bomba, 4x4, la vergataria, doble play y grand slam, son sólo algunos de los nombres que les dan a las especialidades en los famosos carritos perrocalenteros.
Pero eso no es todo, la diferencia se centra en los ingredientes que estas comidas callejeras contienen. Las típicas salsas de tomate, mostaza y mayonesa conviven con el aguacate, el queso, el maíz, la carne, la chuleta, el pollo, la tocineta y los huevos. Una deliciosa bomba que, pese a que es consumida durante todo el día, tiene a sus más fieles adeptos en horas de la noche.
La atención y el ambiente garantizan la venta, por ello, los "chefs" hacen de las suyas y ofrecen grandes tamaños, aceptan cesta tickets y los precios son más baratos. Oferta muy apetecible a la hora de meterse una bala fría.
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